Franka: De su padre con cariño para Adrián

5 Jun

Franka: De su padre con cariño para Adrián

Frank 20 de Febrero 2009

Hoy, 15 de enero de 2.009, son las 8 de la mañana y el despertador, como cadner que apagarlo y levantarte al momento.

He dormido mal, bueno, no he dormido, la verdad es que llevo cinco años durmiendo mal, pero estas fechas son muy especiales y muy dolorosas. Antes de Navidad, temiendo que llegue. En Navidad, que son fechas de alegría, gozo, esperaza, de reencuentros y reuniones familiares…, por eso mismo, porque siento el vacío tan grande que hay dentro de mí. Después de Navidad llega la tragedia mental, esa depresión anual sube a su más alto nivel y te rompe, te destroza el alma. El día 3 de Enero su cumpleaños, la noche del 8 al 9 el desgraciado accidente, esa llamada inoportuna que te hace sentir la persona mas desdichada del mundo y el 15 esa culminación, ese desenlace final que a todos nos llega antes o después, pero que nunca llegas a comprender el ¿porqué?, el ¿cómo?, y miles de preguntas, sin respuesta, que sobrevuelan y continuaran en tu mente hasta el día de tu muerte.

Nunca llegas a comprender como con 18 años recién cumplidos, con toda una vida por delante llena de ilusiones, planes, sueños, en un segundo se hace añicos.

Hace sesenta meses desde que te fuiste de nuestro lado y la verdad es que para nosotros es como si hubiera sido ayer, el día 15 de enero de 2.004 se nos detuvo el tiempo y la vida se nos desmembró, como cuando un cristal se rompe en miles de pedazos, que es muy difícil de recomponer, siempre te falta alguna pieza, siempre quedarán esas secuelas, esas heridas sin cicatrizar.

Sé que aunque te fuiste de nuestro lado, ahí arriba, en el lugar del cielo que el Señor te ha destinado, nos estas observando y ayudando a todos los que, de una manera u otra, hemos tenido la suerte de estar contigo, de compartir tu corta pero intensa vida, de ser tu familia, tu amigos, en una palabra, de conocerte.

El 3 de enero del 86, se hizo la luz en nuestras vidas, después de tanto sufrimiento, llegaste como agua en tiempo de sequía, llego un niño de cabellos de oro que nos hizo enorgullecer como padres. Pero el destino ha querido que sea el mes de enero el que marque en nuestras vidas un antes y un después, ya que la muerte de un hijo es la desdicha más grande que unos padres pueden tener.

Cuando el agricultor siembra un grano de trigo, lo hace con la esperanza de que germine y se convierta en una gran espiga, que a su vez dará muchos granos más. Así has sido tú, un grano de trigo que aunque no estuvo el tiempo suficiente para poder granar plenamente, si tenías la espiga formada para poder dar, grano a grano, vida a muchas personas. Fuiste donante múltiple, por lo que esa espiga, que posiblemente fue engendrada para dar vida, está repartida por la faz de la tierra, alegrando, dentro del dolor de los que te queremos, la existencia de otras personas, que sin duda, sin ese grano de trigo escogido de la espiga, posiblemente tendrían el mismo dolor que sentimos nosotros.

Adrián, hasta que Dios quiera unirnos de nuevo, un besito.

Franka

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