Chari Campos: A mi amado hijo Moises y Esposo Rafael

5 Jun

Chari Campos: A mi amado hijo Moises y Esposo Rafael

RECOMENDADA.
MUY BONITA

Sevilla, 11 de Febrero del 2009

Os escribo esta carta desde el corazón, para deciros en ella un poco mas de mí y a la vez dar gracias también por todo lo que la vida y vosotros me regaláis día a día (que es mucho).
Ahora paso ya a contaros cómo vivo vuestra ausencia y los recursos que utilizo los cuales me ayudan siempre para así sacarle todo lo positivo a todas las situaciones. Ahora tengo un motivo muy grande para vivir en mi faceta de abuela, lo disfruto mucho, ya ves hijo mío, como tu bien decías “la energía nunca muere ni desaparece…se transforma”. Por eso Salma, mi nieta (vuestra niña también) trae parte de vosotros, ella es un regalo de Dios, que ha venido a casa de Virginia y Paco en el mejor momento que podía venir. Ahora tiene 8 meses y es una niña muy muy especial a la que amo con locura.

Virginia le enseña vuestras fotos así como la música que creasteis, que también hace porque la escuche, para que vaya conociendo a su familia del otro mundo paralelo, y le hablamos de vosotros, aunque todavía es pequeñita para entender (ya habrá tiempo para todo). Mientras tanto nosotros seguimos recordándoos y viviéndolo con aceptación y un cariño entrañable. A su vez también os recuerdan muchas personas en las que dejasteis una profunda huella (esto para mi es muy importante, lo valoro muchísimo).
Después de muchas reflexiones y meditaciones pienso que la vida y la muerte son un misterio y que solo las separa un frágil hilo. Soy mas consciente de que todo puede cambiar en un segundo, incluso que el dolor y el sufrimiento pueden formar parte de un profundo proceso natural de purificación y transformación. Estoy aprendiendo cada día un poco más gracias a muchas personas, a Virginia, a vosotros y a las inquietudes que siempre me llevaron a este “mundo espiritual” o a este cambio de conciencia. Me considero una aprendiz de sabios: quiero decir que para trascender todo lo que he vivido desde que os marchasteis he tenido que hacer un trabajo largo y profundo a nivel interno de desapegos, hechos con amor y libertad (que es como se debe hacer bajo mi punto de vista). Nunca me gustaron las ataduras, ni de parejas ni con los hijos: Una relación (sea cual sea) basada en la posesión, el egoísmo, el dominio o el control comprimen, no es sano. Lo mas hermoso es amar con respeto y libertad, de esta forma se siente una en paz.
Pienso que a otros padres que hayan pasado por lo mismo que yo, los puedo ayudar para no quedarse atrapados en los momentos mas trágicos y dolorosos de la separación física, porque así no avanzan en el proceso del duelo. En muchos casos lo mejor es tener ayuda psicológica, como en su día tuve yo (con los profesionales de nuestra Asociación Alma y Vida), asistiendo también a cursos y conferencias o leyendo libros que me aportaban serenidad para afrontar cualquier situación por muy dura que sea. Claro que, para eso, hay que tener a priori una actitud positiva, y si no se tiene se aprende a conseguirlo. No es fácil hacerlo sin ayuda, a veces han podido quedar cosas por resolver y la mente tiene mucho poder y busca y atrae lo que se le dé. Lo mejor es alimentar a nuestra mente con objetivos sanos y recordar lo mejor de nuestras vidas con alegría, “¿ verdad hijo que es así como a ti te gustaba verme?, pues así continúo”. Para conseguir algo hay que prepararse y hacer esfuerzos. Nada se consigue sin voluntad y esfuerzo y vosotros os lo merecéis todo. No me gusta que os sintáis responsables de mis posibles tristezas, eso no me hace sentir bien, ni creo que esto le sirva a nadie, pero si en algo puedo ayudar desde esta carta extiendo mi mano. El trabajo compartido entre compañeros unidos por vínculos invisibles (nuestros hijos) que un día partieron y que han hecho que ahora seamos una gran familia.
Sé que nos protegéis como Ángeles (Moisés y Rafael) y hacéis posible lo que parece imposible, por eso me gustaría pediros un gran favor, quiero que le lleveis un mensaje a los hijos de mis compañeros y a todos los hijos del mundo que nos dejaron un día y ahora están mas cerca del Creador. Decidles que sus padres les amarán siempre, que hacen todo lo que pueden por superar esto que les ha ocurrido, que se esfuerzan día a día por llenar el vacío que les causa no tenerles y que jamás se olvidarán de ellos, pero por favor, que los ayuden de la mejor forma, que a través de los sueños les envíen mensajes para que ellos sepan que sus hijos (ahora almas libres) se encuentran bien y en paz. Expresadles a todos ellos mi agradecimiento y mi cariño, yo tengo fe y se que este mensaje les llegará porque los dos sois dignos emisarios, y como decía San Agustín:” La fé es la afirmación de lo que debe ser y la aspiración confiada en lo que es bueno esperar”. De esta forma, con fé, es mas llevadero nuestro duelo, además de llenar nuestro tiempo libre con diferentes actividades. Ya os he dicho todo lo que yo hago para estar mejor: practico Chi cun, Tai chi, meditación, voy a la Universidad para adultos ( estoy ya en 3º), tengo bastantes amistades, voy al cine, a conciertos de música clásica y menos clásica, me encanta pasear y ver la puesta de sol, tengo la suerte de tener una familia que me quiere con mis defectos y mis virtudes y yo a ellos lo mismo. Todo esto me aporta bienestar en todos los sentidos y me impulsa a vivir y a disfrutar de la vida y de la familia que dejasteis aquí, aumentada un poquito mas con Salma, nuestra niña.
¡La vida! Esta palabra que respeto tanto porque me doy cuenta de lo hermosa que es y lo que supone aprovecharla. Yo no pienso dejar que se me escape ni un momento mientras respire, ya habrá lugar de tomar ese tren que me lleve hacia mi último viaje y me reúna con vosotros, ya como almas, definitivamente.
Mientras tanto aquí estoy aprendiendo un poco de todo con paciencia, respeto y humildad. Me despido mandándoos millones de besos cargados de energía para vuestras almas, ya sabéis que tenéis mi amor incondicionalmente por siempre, Ángeles de mi corazón. Que Dios nos Bendiga a todos.
Vuestra Chopita, madre y esposa con cariño,

Chari Campos

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