María Luisa Gómez Ruíz: El tren de mi vida

5 Jun

María Luisa Gómez Ruíz: El tren de mi vida

20-04-2011
Miguel, hace 4 años y 7 meses que te fuiste pero en mi mente y en mi corazón tú te quedaste y sé que he sido muy egoísta porque no lo aceptaba. Hasta que he conocido a un grupo de personas que están en mi misma situación y también han perdido a un hijo y lo llevan mejor que yo y, a raíz de hablar con ellos, me puse a pensar y entonces he comprendido lo que es esta vida Miguel.
Yo tan solo era una niña cuando comencé la trayectoria de mi vida, entonces supe que la vida cuando se comienza es como un tren, donde se suben dos personas; un hombre y una mujer, que supuestamente se aman y entonces empiezan a subir los hijos. Tú fuiste el primero, lo más grande y hermoso que hasta entonces me había pasado, pues tú sabías lo que yo estaba sufriendo con tu padre, con la mala vida que me daba. Tú fuiste la mayor felicidad que tuve en medio de tantas penas. Al año siguiente nació Rosario y, como tú sabes, yo tenía que luchar sola porque tu padre nunca estaba para nosotros. El mismo día que cumpliste 3 añitos nació la Mónica que tú sabes la pena que teníamos los dos porque no nos hablaba, ni podíamos ver a las niñas. ¿Te acuerdas cuando yo te decía: “Miguel no te preocupes que tiene que venir a buscarnos”? Pues ya está con nosotros y las niñas también. Aunque no se perdona ella misma el que tú te fueras sin hablarte. Pero yo le digo que tú la has perdonado, pues estás conmigo y yo la perdoné. Pero hace poco quiso bajarse del tren y yo te pedí con todas mis fuerzas que no la dejaras bajar, que tiene dos niñas que sacar para adelante. Luego subió a mi tren Pepe, tú estabas muy contento de verme feliz, porque lo trataste y viste en él al padre que nunca tuviste cuando lo necesitabas.
Miguel, a los trece días de irte, me mandaste la estrellita más bonita que te cruzaste en el camino. Se llama María Luisa, como yo. Sé que me la mandaste para que yo no estuviera tan triste. Miguel, ya tienes 5 sobrinos y todos te conocen como si no te hubieras ido, porque te tenemos siempre presente. Adrián me dice: “hazme la tarta del Tito Miguel”. Ahora quiero que te quedes tranquilo, que yo ya no voy a estar tan triste y voy a ponerme algo de color para que tú te sientas bien. Lo voy a hacer por ti Miguel, porque tú siempre me decías: “no pasa nada Mamá”. Yo he comprendido que si yo sufro, tú también sufres. Quiero que sepas que tus hermanas te echan mucho de menos y siempre te llevamos en el corazón. Miguel, sólo te pido una cosa, que cuides de todos nosotros, que nunca le pase nada a los cinco luceros que tenemos aquí. Y que en la próxima estación de mi tren, sea yo la próxima en bajar y ya estaremos juntos para la eternidad. SIEMPRE TE LLEVARÉ EN MI CORAZÓN.
María Luisa Gómez Ruíz.

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